06 febrero, 2015

10 buenas razones para ver: Un día muy especial


El año pasado el galán de Hollywood por excelencia dejó de estar disponible: George Clooney finalmente se casó con una abogada especialista en derechos humanos. Su elección pareciera no ser casual, ya que Clooney desde hace unos años está involucrado en política, derechos humanos y causas ambientales, pero antes de todo ésto George era un muchacho que hacía películas románticas como Un día muy especial (One fine day). Si ya se habían olvidado de esta faceta, el vecinito los invita a recordarla.

Melanie (Michelle Pfeiffer) y Jack (George Clooney) tienen la suerte de conocerse el día que deben llevar a sus respectivos hijos a una excursión del colegio, pero no llegan a tiempo y entonces ese inconveniente tiene sus consecuencias: acoplar por un día a los pequeños, sin niñera ni guardería de por medio, en sus actividades laborales.
Ahora sí, con ustedes:

10 buenas razones para ver "Un día muy especial"
  1. LOS NIÑOS. ¿Hay niños más adorables que Maggie Taylor y Sammy Parker? Al principio, la relación entre ellos es igual de tirante que la de sus padres en la ficción, pero después fluye con naturalidad. Mientras que en otras películas los chicos son complementos en la historia, en Un día muy especial son tan protagonistas como los adultos y se lucen tanto como ellos.  
  2. MICHELLE PFEIFFER. No importa que se le corra el rimel, que su hijo manche su camisa o que la humedad afecte su pelo. Michelle Pfeiffer es una de las mujeres más bonitas del cine. Aquí, Michelle es Melanie. Una mujer simpática, auténtica y también histérica y desconfiada, pero sobre todas las cosas, una mamá todo terreno. Capaz de improvisar disfraces para los chicos con lo que tiene en la cartera o tener un muffin de Starbucks listo para cuando ataque el hambre de los niños. Además, es una profesional que se desvive y da pelea por ese ascenso laboral en un día complicado.
  3. GEORGE CLOONEY. En One fine day George ya no es el pediatra de ER. Tampoco es el estafador canchero de las películas de casino de Soderbergh, y sin embargo tiene el mismo encanto (o más) que en esos roles. George nació con ángel, encanto...completen con la palabra positiva que más les parezca. Es esa clase de gente que no importa lo que haga, siempre habrá alguien del otro lado dispuesto a alabarlo, y también condenarlo, por los mismos motivos que se lo ama: su estilo, su frescura, su desfachatez y sí, su belleza. Acá vuelve a hacer gala de su encanto y es natural, auténtico. Y así debe ser George en la vida. No nos rompan la ilusión. 
  4. NY. One fine day transcurre en las calles neoyorkinas. No importa que esté nublado y que llueva...NY siempre es una buena idea. El recorrido incluye un par de yapas: una escena en la famosa Serendipity (helado de crema incluido) y una visita al Museo de Ciencias Naturales.
  5. LOS DÍAS COMPLICADOS. Los días complicados existen y la película retrata uno de ellos. Los adultos tienen responsabilidades que cumplir, la ciudad es un caos y el clima no ayuda. No hay nanny, guardería o familia que pueda sacar las papas del fuego. Un día muy especial también habla de esas cosas, de hacerle frente a las complicaciones y confiar, dar lo mejor de uno, aún en situaciones adversas.
  6. LOS GATOS. La película no sólo es perfecta por todo lo que venimos enumerando, también incluye un par de mininos: Luisa Lane y Bob. A Maggie Taylor le gustan tanto los gatos que es capaz de perderse por ellos. No una, sino dos veces. Los gatos son irresistibles en todos lados.
  7. LA CANCIÓN. One fine day es una canción compuesta por Gerry Goffin y Carole King. En la peli se incluyen dos versiones. La primera es de Natalie Merchant, suena de fondo en la escena inicial mientras el director nos muestra el departamento de Pfeiffer una noche de lluvia. La otra versión es de Carole King. Tiene otro ritmo, es más frenética y acompaña la euforia de Melanie al final del día mientras Jack espera en el living de su casa. (Nota: en el año 1996 la canción fue nominada a los Premios Oscar)
  8. UN FINAL PERFECTO. No es mi intención spoilear así que no diré más que ésto: One fine day tiene uno de los finales más dulces y perfectos que pueda tener una película romántica. Sólo eso.
  9. LA FEMENEIDAD ANTE TODO. Después de un día agitado, Melanie logra estar a solas con Jack en el living de su casa. Ya no lleva su trajecito sastre. Su outfit es un pantalón pijama, una remera básica manchada de salsa y un gancho en el pelo. Seguramente está muy cómoda y ella es hermosa con lo que tenga puesto, pero la femeneidad ante todo. Le pide a George un momento para arreglarse y "volver a sentirse mujer". El vecinito rescata ese gesto 100% femenino y celebra la siguiente escena, cuando Pfeiffer intenta varios looks frente al espejo del baño, maquillaje y depilación express incluida.
  10. PLANO INICIAL/PLANO FINAL. Uno de los tantos detalles exquisitos es la secuencia inicial y final. En la apertura, la cámara recorre distintos departamentos del edificio donde vive Pfeiffer. En uno de ellos, un perro espera a su dueño detrás de la puerta. En otro, un hombre solo toca el piano y en el de al lado, una pareja de viejitos juega a las cartas. Esa apertura, como toda historia, tiene su final. Es ahí cuando el director elige volver a esas situaciones al final de ese día especial. Nos muestra el reencuentro feliz del perro y su dueño, el hombre del piano está acompañado de una mujer y ríen juntos, y la pareja de viejitos mantiene intacta la rutina del juego de cartas. Por último, George y Michelle también están incluidos en ese plano. Todo cierra como en un cuentito perfecto. Y es un cuento de un día ideal, un día muy especial.


One fine day es una película del año 1996 y su director fue Michael Hoffman.

3 comentarios:

  1. Es una de mis pelis preferidas! Además, si bien George no es de mis preferidos, no se puede negar su facha y en esta película es absolutamente adorable!!

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  2. A mi me encanta George y toda la película!! ☺️

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