25 agosto, 2015

De vez en cuando la vida nos besa en la boca


"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"
(Rayuela, Julio Cortázar)

Este post se lee mejor con esta canción de fondo. Pulsen PLAY en el video debajo.



Lejos del glamour de Hollywood a veces la vida tiene condimentos de comedia romántica, sólo hay que estar atenta a las famosas "señales" para vivir nuestro propio happy ending. Es sabido que en toda comedia romántica el camino no es lineal; hay cruces, enredos, confusiones, lágrimas pero también mucho amor.
Hace unas semanas leían ACÁ la historia de Lasagna, la rubia más linda del Salón de Gatitos de la Sarmiento.
Cuando escribimos ese post pensamos era un punto final. Por suerte nos equivocamos. La historia pedía a gritos otro final y entonces nos sentamos a escribir la segunda y última parte.

Desde el principio, nuestra historia de amor a primera vista tuvo características propias de una romántica:
  • La pareja chico-conoce chica. Toda historia de amor se construye de a dos. El corazón de esta película no es el clásico chico-conoce-chica, en éste caso debe reemplazarse por chica-conoce-gatita (y habla de ella a todo el que se le cruza por el camino).
  • Una situación inconveniente. Al momento de escribir Amor a primera vista, Lasagna tenía un futuro adoptante. Esta situación inconveniente, en cualquier peli del género en cuestión, equivale a que el chico de tus sueños se case con otra. Habíamos llegado tarde. Lasagna se nos iría con otro.
  • La familia y los amigos. Ante semejante panorama, la familia, el vecinito y los amigos acompañaron con abrazos, palabras cariñosas y lindos mensajes. Todos ellos representaron a ese amigo incondicional que no puede faltar en una película romántica. Gracias por eso.
  • Cambio de planes. Porque dicen que siempre hay un roto para un descocido, porque la chica de la película se merece ser feliz, porque a veces el destino interviene, los planetas se alinean, porque la vida es buena...hay un momento en la película que hay un cambio de planes. Algo sucede, aparece un hada madrina, la suerte cambia y las fichas se acomodan solas. 

Y entonces, después de este punteo improvisado, puedo decir que la historia con Lasagna tuvo todos y cada uno de estos elementos, pero también me gusta pensar que fue el Universo.

El Universo quiso reencontrarnos para no separarnos más.

La lluvia ya había pasado. La tristeza también. Era un día radiante cuando volvimos a vernos. Ahí estaba ella, panza arriba, esperando el mimo. Esperándonos.
Ya no había una "situación inconveniente" de por medio, habíamos sorteado las dificultades del camino. Estábamos en la fase "cambio de planes" y como dice Serrat en la canción, teníamos que andar de puntillas para no romper el hechizo.

Por suerte, no estábamos soñando.
Lasagna es una realidad y ya está con nosotros, en este barrio, estrenando su nueva vida de hogar.

Gracias a todos los que estuvieron pendientes de nuestra historia. Se que fueron muchos y me emociona saber cuánto me acompañaron.
Y nuevamente, un agradecimiento especial a las chicas de Gatitos de la Sarmiento que oficiaron de hadas madrinas de esta historia. Sin ellas, este post no existiría.

Y colorín colorado ¡ahora sí! esta historia se ha terminado. 

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Sí, Barbie. El universo escuchó y vos oficiaste de hada madrina. Gracias!

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  2. Qué alegría que ahora en casa hay más Lasagna para rato!! Y Cremona también!!! Nutre el cuore!

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