17 marzo, 2017

Costos versus valores


Para mamá, mi artesana preferida de la vida.

En Tienes un email, una de las películas cabeceras de este barrio, hay una escena en la que Joe 
F-O-X pregunta el precio de un libro confeccionado de manera artesanal en la tiendita de Kathleen Kelly. El vendedor le brinda la información y además se explaya en los detalles de confección del libro. Joe Fox no sólo no lleva el libro sino que dice una frase del tipo: no imaginé que ésto podía costar tan caro. El vendedor lo corrige y es el momento que queremos atravesar la pantalla y besarlo. Mira a Joe Fox, con una mezcla de indignación/compasión, y dice: no, por eso VALE tanto. 

Costos vs. valores en una escena de lo más chiquita pero significativa y hermosa para todos los que nos dedicamos a crear, a producir algo con nuestras propias manos. Esa escena define el verdadero significado de lo artesanal, del tiempo invertido en llegar a un resultado final y sobre todo, habla del amor puesto en ese objeto. Gracias - una vez más - a nuestra musa, Nora Ephron, por ese diálogo que defiende el valor de las cosas más allá de su precio.

Ser artesano no es solamente tirar una manta en Plaza Francia todos los fines de semana, va más allá de un espacio físico. 

Artesano es quien prefiere perderse una tarde en una artística antes que en el shopping. Es aquel que elige aprender carpintería, bordado, tejido, pintura, sólo por mencionar algunas opciones, antes que aprender chino mandarín. Es aquel que sabe que lugares como Easy o Sodimac son la perdición. Es entender términos como DIY, chalk paint, decapados, sublimaciones, punto cruz o cadeneta. Sos artesana el día que te descubriste a vos misma "cirujeando" (término que se utiliza cuando "rescatás" muebles, maderas u otras cosas que están desechadas en la calle, generalmente, al lado de contenedores para intervenir y transformarlos en algo nuevo y hermoso). Si pasás por una obra y mirás con deseo los pallets donde se apoyan los ladrillos, no lo dudes, sos una artesana.
Si te encanta planificar tus tardes rodeada de hilos de bordar, pinturas y bastidores, lo tuyo es el arte.
Porque habrá muchas casas con objetos deco, pero ninguna de esas cosas tendrá el encanto de algo hecho por tus propias manos. Es único.

Y si por esas casualidades, viviste la experiencia de exponer en una feria, y se acercó alguien a tu puestito ambulante a preguntar el precio de uno de tus productos y lo dejó de lado porque quizá le pareció caro, no te aflijas. Seguramente, esa persona era como Joe Fox y no podía pensar que en ese precio estaban también las horas de dedicación, las ideas originales y el amor puesto en un objeto para alegrar la vida de alguien.

Por suerte, todavía hay gente como Kathleen Kelly y por ellas, y por nosotros mismos, siempre va a valer la pena seguir creando.

Feliz día del artesano!
Y como siempre, gracias a mi maestra preferida que me enseña tanto en el arte pero más en la vida.
Sin ella, cosas como éstas, nunca podrían haber ilustrado el post de hoy.
Sin ella, no existiría la vecinita de enfrente.

Amor por los zorros

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