02 junio, 2017

El lado A

How I met your mother
(Cómo conocí a tu madre)

Hace unos días terminé de ver How I met your mother y volví a pensar en una de las máximas favoritas de este barrio: El lado A y el lado B de las cosas. ¿Se acuerdan de ese post? Para los que no hicieron los deberes o les da fiaca volver en el tiempo al link alusivo, vale la pena repasar de qué estoy hablando.

Hace mucho tiempo, los discos tenían un lado A y un lado B. Era imposible pensar en escuchar primero el lado B porque el A no sólo se imponía por una cuestión lógica, sino también porque generalmente tenía los mejores temas. El lado A era supremo, imbatible, ponía toda la carne al asador pero el mismo objeto de culto nos motivaba a seguir y pasar al lado opuesto, el B. Ese otro lado tenía alguna sorpresa, había algún éxito esperado, pero también tenía gusto a final. Se me ocurre que el lado B es parecido al día domingo. Forma parte del fin de semana, pero se disfruta con cierta nostalgia sabiendo que el lunes está a la vuelta y con él, nuestras obligaciones. El A es un viernes a la noche con algo de mañana de sábado. El fin de semana en todo su esplendor. 
How I met your mother es un auténtico lado A. Tiene todo: comedia, romance, suspenso, romance, aventuras, romance, drama y romance. 
¿Cómo venderles de manera express una serie de 9 temporadas? 
Con una sola palabra: Legendaria.


How I met your mother es una de esas series que hay que ver una vez en la vida. Luego, hay que dejar pasar el tiempo y volver a ella, como se vuelve a esas canciones del lado A.
Las primeras temporadas son llevaderas, simpáticas, inofensivas y están bien contadas. Un padre, el arquitecto Ted Mosby (Josh Radnor) le cuenta a sus hijos su gran historia de amor: cómo conoció a su esposa, la mamá de esos chicos. No revela su identidad hasta la última temporada. Tampoco ahorra detalles y durante nueve temporadas nos da pistas: el famoso paraguas amarillo, una guitarra y la lluvia conforman las miguitas de pan que nos conducirán al tan esperado encuentro. El Ted del futuro, el que conoceremos al final de la serie, se toma su tiempo para contarle a sus hijos, ya adolescentes, sus idas y venidas, sus sus golpes de suerte, sus fracasos y los de sus amigos.

Uno cree que después de un día laboral, ver un capítulo de How I met your mother es una bocanada de gracia. Y algo de eso hay, hasta que un hecho puntual en la sexta temporada cambia el registro de la serie. Nos sacude. Nos pone en alerta y viene a decir que no siempre el sociópata Barney Stinson (Neil Patrick Harris) nos hará sonreír. Nos recuerda que Marshall Ericksen (Jason Segel), podrá ser un personaje que compone canciones de de rima dudosa, pero también es ese abogado que desprecia la corporación que le da de comer y deberá pelear por lo que en verdad le interesa: la causa ambientalista. Robin, la chica que llegó de Canadá con el título de periodista bajo el brazo, tendrá que pagar durante años su derecho de piso para que la tomen en serio y Lily lamentará más de una vez haber abandonado sus metas profesionales a causa de la familia. ¿Y qué decir de Ted? El bastión del grupo que nos impulsa a ver un capítulo y otro y otro más hasta el fin y parece adivinar nuestro pensamiento y filosofía de vida. Ted Mosby se lleva el primer premio a la ñoñez y nuestro corazón. Teniendo en cuenta este panorama, How I met your mother demostró ser algo más que una sitcom. Se permitió coquetear con el drama. Nunca será una nueva versión de Friends simplemente porque How I Met your mother es un perfecto lado A y ¿adivinen quién está del lado B? 
Sí, la sobrevalorada Friends.
Lo dije.
Y me hago cargo.


How I met your mother es la clase de sitcom heredera directa de Friends en el sentido de comedia que trata el paso de los años de un grupo de amigos hasta llegar a la adultez romántica, económica y laboral. Como en Friends, hay una pareja firmemente constituida (Lily - Marshall vs. Mónica - Chandler), un mujeriego (Barney vs. Joey), un chico romántico (Ted vs. Ross) y la chica linda del grupo (Robin vs. Rachel). En How I met no existe Phoebe y ni falta hace. Sí, las dos transcurren en NY y cuentan las aventuras de un grupo de amigos y no se parecen en nada. Por eso existe un lado A perfecto y un lado B olvidable y poco perdurable en el tiempo. 
El grupo de Friends huele a naftalina. En cambio, Barney, Robin, Lily, Marshall y Ted son frescos y se los ve más ¿reales? Disfrutan del sexo, hablan de eso, se juntan a beber de todo menos café, les encanta comer, fumar, son miserables y pueden ser crueles pero juntos conforman el más sólido grupo de amigos. En How I met your mother se habla de la homosexualidad, de la búsqueda paterna, de los amigos que se pierden en el camino y de los sueños que dejamos atrás en post de ver felices a los que nos rodean.    
Estas cosas no pasaban en el lado B.
Y aunque, como suele pasar, el final fue controvertido para muchos, para este barrio fue el mejor cierre, el más ñoño, el más tremendo, el más lacrimógeno y agridulce de una sitcom. Hizo honor a ese lado A  mil veces escuchado, el de los grandes éxitos, el que será siempre el mejor de todos.



Nota: No sólo amamos fuerte How I met your mother por sus personajes, sino porque durante 9 temporadas musicalizaron escenas perfectas con Wilco, The Magnetic Fields, Belle and Sebastian, The Kinks y ese capítulo perfecto de la Navidad de Robin con AC/DC, entre tantos otros.

2 comentarios:

  1. Y como olvidarse del "chico bueno" de karate kid, lo que me reí con esos capítulos.. un grande barney, legendario!
    No quiero tirar cualquiera, pero tenía entendido que era la misma guionista de Friends (o algo así) por eso tantas cosas en común

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genial Ralph Macchio, así se llamaba, no? y la banda de funk de Marshall "el funk, toda el funk y nada más que el funk"...es muy difícil quedarse solo con un recuerdo de HIMYM. Es todo A. No importa si coincide guionista. No encontré ese dato. Gracias Fede!

      Eliminar