08 agosto, 2017

Un libro, un disco, una serie: Edición Invierno 2017


La vida debería transcurrir en modo otoño y primavera. Los extremos nunca son buenos, pero si me toca elegir prefiero la estación de las bufandas, las botas calentitas y la bolsa de agua caliente. El glamour se los debo. 
A pesar de la elección del barrio, este invierno fue más crudo que otros, más húmedo que muchos y más largo de lo debido. Pero no hay mal que dure cien años y mientras escribo este post, el solcito tibio me da en la cara, la temperatura es amable, tengo mate y ganas de primavera, pero antes me vuelvo una drama queen con estos tres elegidos a tono con la estación más fría y difícil del año.
Pasen y lean:


Un libro - Un disco - Una serie
Edición: Invierno 2017


Un libro

La dama de las camelias
Alexandre Dumas

No he visto nunca un hombre como Usted.
Es que nadie la ha querido nunca como yo.

La Dama de las Camelias


Ante todo, gracias mamá por tu educación sentimental, los discos, las letras, por esas grandes historias de amor y por hacerme amar la ópera, en especial, La Traviata y ahora La dama de las camelias, la obra en la que Giuseppe Verdi se basó para la famosa ópera. 
La dama de las camelias estaba ahí, en la biblioteca materna, y si bien tengo una pila de libros por leer en la mesita de luz fui a buscar ese clásico pendiente porque me pareció lo suficientemente dramático para pasar el invierno. Nada mejor para combatir la temperatura de un dígito que un libro romántico que nos abrigue el corazón. Así de cursi me pone el invierno.

La dama de las camelias es la historia de amor de Margarite Gautier, una famosa cortesana de París y Armand Duval, un joven burgués. Los amantes se conocen en la ópera y a pesar de la diferencia de edad y el estilo de vida diferente que llevan, se enamoran. Armand no tiene la misma posición económica que otros amantes de Margarite, como el Duque y el Conde que la frecuentan, pero es capaz de invertir lo que sí tiene, complacer los caprichos de Margarite y saldar deudas pendientes de su queridísima dama de las camelias. Juntos se alejarán de París para vivir una temporada idílica en el campo hasta que la frágil salud de Margarite pase factura. Mientras tanto, el padre de Armand no ayuda demasiado y contribuye a debilitar el romance más no el amor que siempre sentirán uno por el otro: Marguerite y Armand. 
Pura tragedia y lágrimas para pasar el invierno. 

El mes que viene La Traviata se representará en el Colón. Es una buena excusa para revivir una de las más hermosas historias del romanticismo.
Sólo apto para corazones sensibles.

Un disco


Si hay un disco de invierno es éste. Melancólicamente hermoso, perfecto, acústico. 
Al que le gustó Blur, Gorillaz, The good The bad and The Queen y la carrera solista de Damon Albarn está condenado a escucharlo por siempre. Este barrio banca los proyectos musicales de Albarn. No importa cómo se llame. Bailamos temas de Blur en los boliches, tuvimos la suerte de verlo en vivo en estadios, en teatro y este año, cuando el verano se ponga pegajoso e insoportable, haremos el esfuerzo de bailar en el Festival BUE con Gorillaz. Mientras tanto, agarren su mantita térmica, sírvanse un té o un whisky, a elección, traten de no deprimirse demasiado y busquen este discazo acústico. End of a century, On melancholy hill, Hostiles, Out of time, El mañana y otros grandes éxitos.
Albarn, te queremos tanto pero tanto...a vos, y a tu camperita de jean de siempre.
El invierno fue más soportable gracias a tu música.


Una serie


The Leftovers

Un día cualquiera de octubre, el 2% de la población mundial desaparece. Nadie sabe cómo ni qué lo provoca. El bebé que lloraba en el cochecito trasero del auto ya no llora porque no está. El nene que salía del supermercado caminando de la mano con su papá se queda llorando solo, algunos conductores desaparecen al volante, lo cual provoca choques y otros desastres. Todo es caos, gritos, confusión, angustia. Sin embargo, este suceso no será el leitmotiv de la serie de Tom Perrotta y Damon Lindelof - éste último uno de los responsables de Lost - sino que lo que importa es contar la aflicción de los sobrevivientes, el dolor de la pérdida después de "la ascensión", así llaman al momento de la desaparición.
Después de soportar las críticas del final de Lost, Lindelof abrió el paraguas y se encargó de avisar con tiempo que The Leftovers nunca va a aclarar el misterio de la desaparición. Acá importa mostrar a "Los culpables remantes", una secta que decide suplantar la identidad de todos los desaparecidos para que el mundo no olvide el hecho desgraciado y lo hacen con un voto de silencio, vestidos de blanco y fumando compulsivamente. La presencia de la secta provoca desequilibrio, rechazo y violencia en Mappleton, localidad donde transcurre la historia.
Es difícil contar The Leftovers, tan difícil como animarse a verla. Si lo hacen, les va a parecer confusa, incómoda, críptica. Es probable que les genere rechazo y quieran abandonarla porque The Leftlovers no explica, no da las cosas masticadas. Los créditos iniciales son perturbadores y los personajes son difíciles y bastante antipáticos, pero háganme caso: resistan. Sean valientes. Tengan paciencia. La segunda temporada les dará con creces todo lo que faltó durante la primera. Vale mucho la pena ir por más.
Además, vecinitas, está Justin Theroux y sus tatuajes y sus músculos, su locura y sonambulismo.
Ese cuerpo bien vale una secta y una maratón serial.
Y para los interesados, también está Liv Tyler.
Hay para todos y todas.
No todo es tan oscuro.
No todo es tragedia.
Y decretamos el comienzo del fin del invierno.

Nos vemos en primavera!

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